La base de mi trabajo es la conexión. Si no surge conexión entre tú y yo, ninguna técnica o metodología nos va a poder ayudar. Está científicamente comprobado, el factor más determinante en el éxito de una terapia es la relación terapeútica. Cómo saber si hay conexión? Muy fácil, lo vas a sentir al cabo de unos segundos.
Siento mucho respeto por cada persona que da el paso de abrirse ante un desconocido, porque necesita y desea cambiar algo en su manera de sentir, de pensar, de comportarse.
Sé que llegar a mirar de frente los temas más dolorosos y más avergonzantes, requiere antes confiar. Por ello vamos avanzando paso a paso, tu controlas el ritmo al que quieres ir y hasta dónde. Yo te acompaño, te apoyo, te muestro posibilidades. Te contengo, me mantengo atenta a tu estabilidad psíquica y a tus necesidades.
En cuanto a la metodología, puede ser que una buena “conversación” colmada de preguntas que muy posiblemente nunca antes te hayas planteado, sea suficiente.
Otras veces puede haber trabajo corporal, cambio de roles, constelaciones/esculturas familiares, trabajo con las partes/voces interiores, visualizaciones, ejercicios de regulación emocional, elementos de hipnoterapia o terapia EMDR
Mi objetivo es comprenderte profundamente, trasmitirte la sensación de que es seguro transitar el camino terapéutico y facilitar tu conexión con tus propias emociones. Hacer el mejor uso posible de mis conocimientos, experiencia e intuición al intervenir sobre las raíces de tu malestar. Reactivar tus recursos y reforzar tus logros, en el camino de crecimiento y aprendizaje que has emprendido.